Celebrando 35 años de amistad


Como cada mes desde hace más de 5 años, nos reunimos colegas de la misma generación de la carrera, 9 mujeres (Abril, Caty, Carla, Deysi, Lore, Mary, Rosy, Saydi, yo) y 1 caballero (Mario), no siempre logramos reunirnos todas pero si la mayoria, ya en anterior artículo platiqué de esto (triple festejo). 

Este mes de julio, correspondía la reunión en casa de Lore, pues bien, unos días antes de la fecha programada, nos envía un mensaje de texto en el que nos solicita, vestir para ese día de color blanco o azul para una sesión de fotos, ¿motivo? Que por los 35 años de conocernos, cuando lo leí, pasaron por mi cabeza varios pensamientos como el ¡válgame Dios! Y le respondí: ¿estás segura que están bien tus cuentas? Jajajjaja más en broma que en serio.

Por supuesto que “35 años”, se dice rápido, y es que es "toda una vida".

Y lo anterior es una dualidad, ya que en verdad siento que esos 35 años han pasado de volada, pero al mismo tiempo hemos vivido durante esos años, cada una de nosotras y Mario, un cúmulo de experiencias: positivas y negativas, sin duda también hemos experimentado todas las emociones primarias y secundarias que existen: alegrías, tristezas, enojos, desagrados, dolor, pasión, amor y más, por eso digo que es una dualidad, han pasado muy rápido esos 35 años pero llenos de mucha vida, hemos “Vivido” la vida.

No suelo voltear a ver al pasado más que para recordar algún momento que necesito para el hoy, pero en estos momentos voltear y ver esos 35 años es ¡increíble!




Lo que más me gusta de este mi grupo de queridas y querido amigo es que:

“Nos respetamos en nuestras diferencias y nos amamos en nuestras similitudes” 
y esto es lo que ha mantenido nuestra amistad y nos ha unido a lo largo de los años.

Dicen que tener amigos es una bendición y doy testimonio que así es.

La tecnología nos ha servido y la hemos usado para mantenernos cerca, en comunicación, presentes y pendientes de cada una y uno, mediante el whatsap o el face, pero no hemos perdido la bonita y sana costumbre de reunirnos cara a cara para platicar en vivo y a todo color, de una y mil cosas, anécdotas, recuerdos, tan es así que el tiempo no es suficiente.

Y es que nuestras reuniones son tan ricas, los momentos que paso con ellas y él, son espacios en el tiempo tan revitalizantes que los agradece mi cuerpo, mi mente y mi alma.

Mi cuerpo agradece y disfruta tanto las botanas, las bebidas espirituosas, los manjares que preparan o compran para comer, el postre exclusivo para el grupo, el café oloroso y muchas veces acompañado de algún aditamento que lo hace más sabroso. 






Mi mente agradece y se enriquece en cada reunión por esas maravillosas charlas, esos recuerdos, esas anécdotas, los debates que de pronto se arman pero dentro de un marco de respeto, los aprendizajes que me llevo, y es que en cada reunión algo aprendo.

Mi alma agradece y goza inmensa e intensamente la compañía de estos seres humanos que la vida puso un día hace 35 años en mi camino.

Si bien es cierto que durante algún tiempo yo no las(lo) vi, las(lo) perdí de vista, hoy agradezco haber vuelto a encontrarla(o)s y tener la oportunidad de verles nuevamente y de manera permanente, en lo personal he procurado no perderme ninguna de las reuniones para disfrutar esos momentos energéticos.

Somos tan diferentes, es cierto, pero se pueden imaginar que al reunirnos hoy en día, sumamos más de 400 años de experiencias y vivencias y esto es tan valioso.

Lo que más me gusta de mi grupo de colegas además de todo lo dicho anteriormente, es que son un conjunto de seres humanos maravillosos, en este grupo se respira entusiasmo, ganas de vivir, solidaridad ante cualquier acontecimiento triste o doloroso, fortaleza ante la adversidad, agradecimiento por la vida. No me reúno con gente quejumbrosa y negativa, sí con gente pensante y que expresa sus opiniones.

Es en verdad un honor y un placer ser parte de este bello y maravilloso grupo de seres humanos que hoy están en mi vida, sin duda la hacen mejor, mil gracias.


Nota: un agradecimiento a Frank, el marido de Lore por la sesión de fotos.