Si bien es cierto que las discusiones forman parte de la convivencia en las relaciones en general, las discusiones en las relaciones de pareja no se quedan atrás, pero hay que distinguir las discusiones que conducen a resolver un conflicto, de aquellas que generan un conflicto mayor, o aquellas que son tan frecuentes que van marchitando la relación de pareja.
Asegurar que nunca habrá discusión en una relación es muy arriesgado, lo que si se debe trabajar en la relación es como se abordan las diferencias y los desacuerdos que se suscitan por el simple hecho de convivir.
Asegurar que nunca habrá discusión en una relación es muy arriesgado, lo que si se debe trabajar en la relación es como se abordan las diferencias y los desacuerdos que se suscitan por el simple hecho de convivir.
Las parejas que viven en constante pleito van desgastando la relación y un día se preguntan ¿donde quedo el amor?.
Las parejas que aprenden a discutir con el objetivo de construir acuerdos y resolver el conflicto en vez de discutir para destruir y ver quién gana, sin duda tendrán mayores posibilidades de éxito.
Una relación en la que ambos desarrollan la capacidad de discutir para resolver conflictos tiene más probabilidades de ser más duradera, armoniosa, de crecimiento mutuo y me parece que nada aburrida.
Si te gusta el blog o el post, compártelo, si tienes dudas, comentarios o sugerencias contáctame, me dará gusto saber de ti.