EmocionES

Hablando de emociones

Cualquiera puede ponerse furioso, eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto por el motivo correcto y de la forma correcta, eso, NO es nada fácil. Aristóteles.




Mucho se habla de las emociones, pero ¿sabes cuales son las emociones primarias? ¿Sabes que es la Inteligencia emocional?





La inteligencia intelectual es la que todos conocemos, es la inteligencia que tenemos con respecto a nuestros conocimientos y aprendizajes de la vida, saber hacer operaciones numéricas, saber escribir, saber la geografía y todas aquellas cosas que nos enseñan en la escuela y que está relacionada con la medición de nuestro CI (coeficiente intelectual), alguien con un CI alto es por ejemplo: el clásico chico estudioso que saca puro 100 en la escuela.

La inteligencia emocional en cambio es la que está relacionada con la gestión de nuestras emociones, por eso es importante conocer y saber que emociones hay que saber gestionar, su medición nos da un CE (coeficiente emocional).

Para ir entendiendo como va esto, es importante conocer y distinguir, las emociones primarias:

1) El miedo: todos le tenemos miedo a algo en algún momento de nuestra vida, sin embargo hay muchas personas que viven con miedo de manera frecuente, esto es algo fuera de lo común y se debe evaluar. Si estás pasando por una calle y de una casa se asoma un perro ladrando te asusta y te provoca temor, pero una vez pasado el momento y al desaparecer dicho perro tu miedo igualmente debe desaparecer. Pero si solo al pensar en el perro sientes nuevamente temor, ojo hay que evaluar y ver qué sucede con eso.

2) El desagrado: es la emoción que nos produce algo que NO nos gusta, como cuando sentimos un mal olor o un mal sabor.

3) La tristeza: Hay eventos o situaciones que provocan tristeza, como por ejemplo la pérdida de un ser querido, pero eso, no significa que vivamos en permanente tristeza, la tristeza igualmente debe ser pasajera.

4) El enojo: es una emoción que todos experimentamos en algún momento de la vida, pero igualmente esta debe ser momentánea, pero muchas personas solo con recordar el evento se vuelven a enojar o reaccionan de manera desmedida, pierden el control y explotan, estas personas son las clásicas gruñonas y poco tolerantes.

5) La alegría: es la emoción más agradable de todas, sin embargo también el extremo de ella puede ser peligrosa, ya que la euforia permanente también es patológica.

Todas estas emociones interactúan con nosotros en nuestra vida diaria, en algún momento las sentimos y debemos ser capaces de convivir con todas ellas, debemos permitirnos sentirlas y controlarlas pero esto último NO significa reprimirlas. Hay que vivirlas sin exagerar ni permitir que se queden a acompañarnos más de la cuenta, todas ellas son pasajeras y cumplen una función en nuestra vida, si deseas entender más del asunto, te recomiendo ver la película “Intensamente”, cabe aclarar que para hacer dicha película se asesoraron con psicólogos especializados. 


Es interesante comprender lo anterior ya que se dice que el éxito o la capacidad de adaptarse a la vida dependen un 23% de nuestra inteligencia intelectual y un 77% de nuestra inteligencia emocional. ¿Te das cuenta de los porcentajes?

Nuestra sociedad le da mucho peso y mucha importancia a la inteligencia intelectual, es muy valorada, yo diría que está sobrevalorada, tan es así, que como ya mencioné anteriormente se educa con un fin intelectual, pero la sociedad NO educa en las emociones, no hay programas educativos a nivel sistema nacional, por lo que estamos produciendo muchos analfabetos emocionales, ¿Qué significa esto?



Analfabetismo Emocional

Es la incapacidad de reconocer y/o percibir, comprender y regular nuestras emociones y las de los demás.

Educan nuestra mente para comprender el mundo de forma racional, ok, pero se olvida que nuestras emociones son las que nos ayudan a determinar cómo sentimos ese mundo, ya sea consciente o inconscientemente. ¿Y qué sucede si estas emociones son negativas o las tenemos reprimidas? Pues lo más probable es que así sentiremos el mundo, desde luego lo sentiremos como frustrante, triste, negativo o violento y de igual manera reaccionaremos con tristeza, con desagrado, con enojo, con violencia, con miedo.

Las personas que no saben gestionar sus emociones y no pueden poner cierto orden en su vida emocional entran en batallas interiores que sabotean la capacidad de concentración en el trabajo y de pensar claramente, están en un conflicto interno que les dificulta el actuar diario y el relacionarse de manera tranquila con las demás personas, su conflicto interno lo trasladan al mundo exterior.

Es por eso que cada día que pasa hay muchas personas que se frustran muy rápido, que NO toleran un NO, solo quieren obtener SI, que se estresan en un muy corto tiempo, la presión los socava con una facilidad extraordinaria. Mucha gente vive con miedos, algunas otras personas se enojan con una gran facilidad, viven iracundos, provocando pleitos y conflictos con quienes les rodean, y que incluso pueden llegar a usar la violencia.

Las personas que no logran controlar su mundo emocional y que por tanto, tienen un pobre desarrollo de su inteligencia emocional, aumentan sus posibilidades de riesgo. El riesgo va desde la depresión, una vida llena de violencia, pasando por los trastornos alimenticios y el abuso de las drogas.

Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidad de sentirse satisfechas, ser eficaces en su vida y de dominar los hábitos mentales que favorecen su propia productividad. Saber percibir, comprender y gestionar nuestra emociones, bien sean personales como organizativas, puede ser la diferencia entre la supervivencia y la extinción, entre el cambio y el inmovilismo, entre la permanencia y la innovación.

La sociedad nos enseña que la vida es lo que pensamos que somos, pero en realidad es más profundo, la vida se trata de lo que sentimos que somos ¿Y luego? En lo profundo de nuestro ser no solo pensamos, también sentimos. Estamos hechos de emociones.

Y ahora que ya sabes esto, ¿qué emoción con mayor frecuencia sientes?

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