¿Cómo enfrentas los fracasos?

Fracaso una vez más

El sábado 18 de junio del 2016, se llevó a cabo el partido de futbol tan esperado de la copa América entre México y Chile, como cada vez que se participa en estos torneos se tenía una alta expectativa acerca de que México lograra su pase a semifinales, ya que la selección llevaba una racha invicta de varios partidos sin perder bajo la dirección de Juan Carlos Osorio, entrenador Colombiano. Y pues la historia fue como la de casi siempre, se perdió, pero en esta ocasión se perdió de una manera humillante y que nadie esperaba, con un marcador tan abultado como aquel de Alemania frente a Brasil, 7-0 perdimos, parecía que no había defensa y el portero ya no veía lo duro sino lo tupido, en fin, el resultado es calificado como un rotundo fracaso. En verdad que lo fue por todo lo que significa la selección en la cultura del país. 




Pero bueno lo anterior fue una introducción para hablar de “lo que pasa después”. Y viene la pregunta a mi cabeza: 

¿Quién NO ha sufrido algún fracaso en su vida, en alguna de las varias áreas en las que nos desenvolvemos: estudiantil, laboral, amorosa, deportiva etc? 


Creo que todos en alguna medida hemos sufrido algún descalabro, pero, la cuestión está en ¿qué pasa después?, ¿Cómo lo afrontamos?, ¿qué actitud tomamos?, ¿cómo gestionamos el siguiente paso? 

En el caso de Juan Carlos (el entrenador) me parece ilustrativo y ejemplar lo que sucedió en la rueda de prensa posterior al partido y es aquí donde quiero detenerme un poco, este entrenador de entrada, pide disculpas por la pésima actuación, reconoce que efectivamente cometió errores y acepta que la responsabilidad es suya por las decisiones que tomó al poner a la alineación que puso y al estilo de juego que implementó, así que su siguiente paso será analizar, reflexionar y si continua como director técnico hará las modificaciones que sean necesarias. Así afrontó el fracaso y listo.

¿Y tu como afrontas el fracaso? Todos tenemos estilos y maneras diferentes de hacerlo. Dos de estas pueden ser:

1. Algunas personas empiezan a buscar culpables en el exterior: por culpa de mis papas, de mi pareja, de mi jefe, de mi maestro, de mi entrenador, por culpa de la lluvia, del sol y podríamos seguir enumerando una larga lista de culpables, pero la cuestión es que se quedan paralizados por la situación, a estos los llamo las “víctimas del destino”.

2. Otras personas se auto culpan en exceso, se dan de latigazos y permanecen lamiéndose las heridas por mucho tiempo, se quedan estáticos y les es difícil salir de ese estado de sentimiento de fracaso.

Definitivamente ninguna de las dos formas anteriores son sanas ni adecuadas ni ayuda mucho para el enfrentamiento del fracaso, aun cuando hubiera algún otro involucrado en dicho fracaso (por ejemplo un divorcio) siempre habrá alguna partecita de responsabilidad para aceptar. De igual manera si somos responsables y lo sabemos no sirve de mucho autocastigarnos eternamente. Muy probablemente en cualquiera de las dos lo que se conseguirá es simple y sencillamente un estancamiento en una situación. Pero entonces ¿cómo hacerle para salir de un fracaso?, yo te haría otras preguntas, por ejemplo:

- Primero que nada, ¿realmente quieres salir del estado en que estas? Algunas veces es más cómodo ser o parecer un fracasado, si así es, ya que de esta manera recibes atención.

- ¿qué tan rápido o lento deseas salir?,

- ¿qué tan rápido o lento necesitas salir?

Una vez que has definido esto, entonces ahora sí continuemos con los pasos que te pueden ayudar a salir de esa situación, no sin antes decir que se requiere poseer tres cosas importantes: voluntad, interés genuino y mucho valor para llevar a cabo dichos pasos, los cuales como se mencionó anteriormente te serviran para superar dicho fracaso:

1) Aceptación: Este es el primer paso y desde luego es el punto de partida, tenemos que poner en práctica la autoaceptación, es decir el reconocimiento sincero de que uno es en parte el responsable del fracaso, ¿qué tanta parte del pastel del fracaso es nuestra responsabilidad? La demás parte (si es que la hay, no nos interesa mucho analizarla, ya que es ajena a nuestro control, ¿de que sirve desgastarnos analizando algo que no nos corresponde?)

2) Análisis y reflexión: aquí está incluida la autocrítica, es decir hay que determinar de manera muy objetiva los puntos en los que contribuimos al fracaso, ¿qué es lo que hice mal? sin exagerar en la culpa hacia uno mismo o hacia los demás, seguidamente hay que reflexionar ¿qué puedo aprender de esto? ¿Cómo abordaría el problema si estuviera otra vez en la misma situación? y aunque él hubiera no existe, es un ejercicio sano el establecer los puntos que tal vez no vuelva a repetir, con el único fin de tener un parámetro. Y ¿por qué no, establecer los pros y los contras de este fracaso?

3) Propósito u objetivo: Muy bien, realizado un buen análisis y una excelente reflexión ahora a concentrarte nuevamente en tu propósito, en tu objetivo, NO lo olvides, tu meta debe continuar allí, eso es lo que de pronto es tan fácil perder de vista y tan difícil retomar, porque estamos tan ocupados buscando culpables, echando culpas si ya los encontramos o lamiendo nuestras heridas que perdemos un tiempo muy valioso para recuperarnos, para recobrar nuestra energía y retomar el camino, pero si tenemos nuestro propósito u objetivo muy claro, esta recuperación llevara menos tiempo.

4) Constancia: muy bien, una vez teniendo otra vez tu propósito claro, ahora a ser constante, no desfallecer, ya que algunas veces los recuerdos acerca del fracaso vivido nos atacan de nuevo y nos puede desviar del objetivo o bien el miedo a volver a fracasar nos invade y nos hace flaquear en la perseverancia y constancia.

Todo lo anterior son los pasos para llevar a cabo en la gestión del enfrentamiento del fracaso, pero como dije antes, debe existir interés genuino por salir del fracaso, luego se requiere tener mucho valor para poner en marcha todos y cada uno de los pasos, ya que como muchas cosas que valen la pena en la vida, si estas se hicieran fácilmente “cualquiera las haría”.

Definitivamente, como enfrenta al fracaso cada persona, depende de muchos factores, entre ellos podemos encontrar: las experiencias personales anteriores; la influencia de personas que nos rodean y sus “sabios consejos”, como por ejemplo el “te lo dije”, “tu no estas para eso”; algunas veces ni siquiera son experiencias propias, son más bien producto de las observaciones que hacemos en otras personas, es decir si vemos que a tal o cual persona le fue mal, asumimos que nos va a ir mal también entonces NO intentamos “esa salida”.
Como enfrentas tus fracasos depende de ti, nada más que de ti, si estas en algún círculo vicioso o estas repitiendo patrones solo tú y nada más que tú puedes salir de ellos, no pierdas de vista tu objetivo y se constante.


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