Cultivar la transparencia o cultivar el misterio


Irene y Jose son una pareja de recién casados, acuden a consulta a sugerencia de una hermana de José. Ambos se presentan con muy buena disposición y la problemática que los aqueja, Irene está molesta y decepcionada porque descubrió un secreto que tenía José y el cuál no le había dicho, José argumenta que no es algo que le pareciera importante ni fundamental y que ella estaba tomándolo con demasiada importancia.

Irene .- No se trata del secreto sino de que creí que no me ocultaba nada, quiero saber todo y no me gusta descubrir cosas.
José.- En verdad no fue mi intención ocultar, solo que no sentí la necesidad de contarlo ya que es algo que no vale la pena ni tiene la menor importancia.

Con más frecuencia de la que muchos se imaginan sucede esto en las parejas y me da gusto que estos jóvenes decidan expresarlo y resolverlo.
Un factor fundamental en toda relación es la comunicación y podemos ir de un extremo al otro, contar absolutamente todo, todo o bien ser hermético y de pocas palabras, ambos extremos son peligrosos, por un lado es importante expresar pensamientos, emociones y sentimientos a la pareja y por otro lado como ser humano uno tiene el derecho a guardar en secreto ciertas cuestiones. 
Aquí lo importante son los acuerdos que como pareja establezcan para comunicarse lo que vaya en pro de la relación, lo que ambos consideren que pueda afectar de manera positiva o negativa la relación, respetando el derecho como individuo que se tiene. 
Imagínense que no se pueda guardar en secreto la serenata que José le pretendía llevar a Irene y le tuviera que decir que al mes de casados se la llevaría.
Cada pareja decide si quiere cultivar el misterio o cultivar la transparencia en su relación o procurar un sano equilibrio.

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