La educación de la sexualidad debe ser integradora.
Desde luego aprender a sumar, restar, dividir o multiplicar, saber leer y escribir es muy importante, pero también lo es saber manejar los afectos, el respeto a nuestro propio cuerpo, el respeto a los otros y a la diversidad.
Al decir que esto debe hacerse integradoramente, queremos decir que también debe haber profesionales que sepan cómo hacerlo.
Hablar de educación de la sexualidad es enseñar acerca del tema sin transmitir nuestros propios prejuicios, nuestros propios mitos, nuestras propias creencias, que llevan a los demás a ser disfuncionales en el ejercicio de la sexualidad afectiva y erótica.
La sexualidad es lo que soy en general. Y si tomamos en consideración todos los factores mencionados, entonces nos damos cuenta que la sexualidad es muy importante en el ser humano.
Hoy en día se hace indispensable que existan programas de educación de la sexualidad elaborados por verdaderos profesionales y con sentido de responsabilidad, con el fin de tener más hombres y mujeres con actitudes positivas, en el ejercicio adecuado de los valores, tendríamos menos mujeres anorgasmicas, menos eyaculadores rápidos, menos individuos con personalidad agresiva y con esto menor violencia social que tanto daño hace entre la gente.
Tal vez se lea muy radical o drástico, pero no es así, ya que la sexualidad es vida.
Así es y como es vida, hay que educar para la vida y para vivirla de manera libre, responsable y que resulte en una satisfacción personal que haga al individuo feliz.
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