Destino?

El que nace para maceta NO pasa del corredor.


Nuestra cultura está plagada de interpretaciones sobre el “destino”. Solo observemos alguna telenovela en la que los personajes se ven y se enamoran de repente, luego una serie de tragedias y alegrías se van presentando sin la participación de ellos mismos. Al final, todo se resuelve gracias a la magia del destino.
Nuestra cultura parece de telenovela. Crecemos con la visión, tal vez romántica, de que los seres humanos caminamos por la vida y de repente se nos pegan las emociones, que la vida en general sucede por que así está destinado por la divinidad o en el otro extremo todo es completamente azaroso. “Así nos tocó vivir”, versa un dicho famoso.
Hoy creo firmemente que es la capacidad de elegir la que puede dar sentido a la vida de todo ser humano, que los acontecimientos y las personas coinciden generando un océano infinito de posibilidades.
¿Qué pasaría si todo fuera mi elección?, Al entrar en contacto con las ideas de Schutz acerca de la autodeterminación, me di cuenta de varias cosas. Por un lado es más sencillo pensar que aquello que sucede a mi alrededor es producto del azar o de las acciones de otros, a quienes culpo o agradezco por lo que obtengo en la vida. En cierta forma me era fácil culpar a mi empleador por mi situación económica, al gobierno por las pocas o muchas posibilidades que me ofrecía el país o a mis padres por “haberme hecho quien soy”. Sin embargo, me di cuenta también que desde esa mirada del mundo si yo quería cambiar algo en mi vida necesitaba esperar a que mi jefe, mis padres, mi gobierno, mis amigos, la situación económica y todo mi entorno en general se modificara. Pienso que mis posibilidades se amplían desde una posición en la que puedo observarme como protagonista y no como víctima o beneficiario de las circunstancias.
No tengo la intención de lograr que quienes lean este escrito piensen como yo. Alguien podría refutarme diciendo: ¡Yo no elegí ese accidente que tuve! O también: ¡Yo no decidí que la economía mundial estuviera en crisis! Siendo congruente con mi intención, la de compartir mis ideas simplemente, tengo que aceptar que esa posición también puede ser válida. Pero aún cuando yo no haya elegido x o y situación, siempre me queda la posibilidad de elegir cómo reaccionar ante ésta.
En momentos como los que vivimos actualmente me parece urgente revisar la mirada que tenemos de nosotros mismos, de nuestras organizaciones y nuestra región; evolucionar a una visión más responsable de nosotros mismos y nuestro entorno.


Ricardo E. Combariza