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El árbol de problemas |
El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
"Oh, ese es mi árbol de problemas", contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.
Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior...
Este cuento me hace reflexionar acerca de todas esas personas que llevan los problemas de su trabajo a su casa y viceversa.
Y es que en casa, la familia no se tiene la culpa de los acontecimientos que se suscitan en el ámbito laboral, el enfrentamiento con algún cliente, las diferencias con los compañeros de área o el desacuerdo con el jefe.
De la misma manera que en el trabajo los clientes, compañeros o jefe no se tienen la culpa si te ocurrió un incidente con la esposa, esposo, hijos, padres o hermanos, además de que es muy probable que se afecte tu productividad o desempeño.
Cada parte paga las consecuencias de no saber dejar el problema en el lugar indicado. Por supuesto también tú es altamente probable que sufras estrés o ansiedad.
Lo anterior descrito es mucho más común de lo que nos imaginamos, el estar cargando los problemas de un lado a otro, afecta más de un solo lugar creando malestar en el ambiente familiar o laboral.
Hay que tener cuidado, sin duda no es algo sencillo, ni fácil, pero aprender a hacerlo redunda en eso maravilloso que es: "tener buenas relaciones interpersonales, sanas y armoniosas".
Si sientes que tienes problemas al respecto, busca ayuda, sentirás como mejora tu calidad de vida.
Si te gusta el blog o el post, compártelo, si tienes dudas, comentarios o sugerencias contáctame, me dará gusto saber de ti.
Y es que en casa, la familia no se tiene la culpa de los acontecimientos que se suscitan en el ámbito laboral, el enfrentamiento con algún cliente, las diferencias con los compañeros de área o el desacuerdo con el jefe.
De la misma manera que en el trabajo los clientes, compañeros o jefe no se tienen la culpa si te ocurrió un incidente con la esposa, esposo, hijos, padres o hermanos, además de que es muy probable que se afecte tu productividad o desempeño.
Cada parte paga las consecuencias de no saber dejar el problema en el lugar indicado. Por supuesto también tú es altamente probable que sufras estrés o ansiedad.
Lo anterior descrito es mucho más común de lo que nos imaginamos, el estar cargando los problemas de un lado a otro, afecta más de un solo lugar creando malestar en el ambiente familiar o laboral.
Hay que tener cuidado, sin duda no es algo sencillo, ni fácil, pero aprender a hacerlo redunda en eso maravilloso que es: "tener buenas relaciones interpersonales, sanas y armoniosas".
Si sientes que tienes problemas al respecto, busca ayuda, sentirás como mejora tu calidad de vida.
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