Y aquí estoy una vez más en el cuarto de un hotel de cancun, para un jornada laboral el día de mañana, y luego pasado mañana regresar a casa, no lo voy a negar, me gusta viajar, salir de la oficina, me agrada dar curso o coordinar la impartición de cursos, la expectativa de a quien les hablaré, quienes serán las personas que me escucharán es siempre emocionante y los nervios están presentes hasta el momento en el cual los tengo enfrente.
Y es que este asunto va mas allá de dar una charla o un tema o un curso, va mas allá de si son jóvenes, gente adulta, o si son mujeres u hombres o ambos, este se trata de transmitir.
Transmitir información, lo que se, lo que he leído, lo que he vivido, lo que he visto vivir a amigos, a mis compañeros de trabajo, a mis pacientes, a mis seres queridos, lo que me apasiona, en fin un cumulo de situaciones que forman parte de la vida mía o de quienes me rodean.
Pero la parte mas importante es lograr generar esa confianza. Y es una cuestión que me acompaña y un día un maestro me dijo: si te quieres dedicar a ser terapeuta, instructora, asesora o coach, pregúntate ¿por qué la gente debe confiar en ti? Y eso me quedo claro, no se trata de caer bien o mal, porque al fin y al cabo nadie es monedita de oro...pero esto va mas allá..se trata de establecer esa confianza, parece fácil de construir, pero requiere de compromiso, y es que en el camino voy, a lo mejor he lastimado algunas, a lo mejor en otras no he estado a la altura...pero estoy andando el camino...y esto es algo que me apasiona.