Han sentido alguna vez un nudo en la espalda, el cuello, por arriba de los hombros, se dice que uno de los nudos con los cuales vamos por la vida, que se forma en algún punto de la misma, es cuando aprendemos a separar todo lo que nos rodea en pares opuestos, excluyentes y contradictorios, en lugar de aceptarlos como dos partes necesarias y complementarias de una totalidad.
A que me refiero? por ejemplo: la noche y el día, ambos son complementarios pero muchos aprenden que el día es bueno y la noche es mala, porque en uno hay luminosidad y en la otra hay oscuridad, el día es bello, la noche es fea. ¿se imaginan vivir en un día con el sol permanente sin conocer la noche?
Incluso dividimos la mente y el cuerpo, o el corazón y el cerebro, como si pudieran ir por allí separados (bueno hay quienes si me generan ciertas dudas de que les funcionan conjuntamente).
Se nos dice que hay sentimientos buenos y sentimientos malos.
Con esta división que hacemos de las cosas, también conlleva la no aceptación de algunas de ellas, en especial de nuestras emociones, por ejemplo: a muchos les educan que deben sonreír aun cuando estén tristes o les duela algo o estén enojados, porque sonreír es bueno y todo lo demás es malo.
Que no se puede decir lo que uno piensa a la otra persona porque es de mala educación.
Cuando vemos que alguien llora tendemos a calmarla en lugar de solo acompañarla, porque llorar es malo y no debe tardar mucho.
Pero en esta vida así como hay un blanco y negro, la noche y el día, lo frío y lo caliente, también existe un rosa y un gris y por supuesto los demás colores que se pueden formar.
Y aquí también aplica, es decir así como la vida toda no es color de rosa, tampoco lo es gris.
Así como es delicioso un cafecito caliente también lo es un sabroso helado de chocolate. Claro que si te excedes de café probablemente te altere los nervios o te quite el sueño, si te excedes de helado tal vez te de indigestión. Pero no porque el café o el helado en si sean malos.
Tal vez sea mas sano aceptar que algunos cosas o situaciones son necesarias y muchas veces útiles en nuestro andar, para disfrutar o valorar las otras. Hay que deshacer esos nudos que hemos formado a lo largo de la vida.
El pez no sabe que esta en el agua hasta que lo sacan de ella.