Pues bien, para hablar del amor y otras curiosidades sin duda quiero empezar por hablar del ser humano más maravilloso que he conocido en toda mi vida, a quien admiro, por quien soy como soy, sin duda es el ser que me llenó de amor desde mi nacimiento, quien me enseñó la filosofía con la cual hay que navegar por esta vida y sus vicisitudes, un ser de luz, amor y paz: Mi madre.
Han pasado muchos años desde que ella se marchó, era yo una adolescente y su partida tan temprana y súbita me sacudió emocionalmente de una manera indescriptible.
Se fue mi amiga y confidente, muchas veces me he preguntado ¿de dónde adquirió tanta sabiduría? Ahora sé que de su propia experiencia, de sus propias vivencias, pero lo más increíble fue su manera de transmitirme sus enseñanzas, tan directa y con ejemplos muy claros. Era de un carácter “fuerte” y no se andaba con medias tintas, solía llamarle al pan pan y al vino vino. Esa mujer que me enseño que hay que saber amar, ¿cómo? si así como se lee, no solo es amar, porque se puede amar mal o amar bien, por eso hay que saber amar, vuelvo a preguntar ¿cómo? simple: siendo honesto, siendo congruente, estando en armonía, en equilibrio pero viviendo con pasión, pasión por la vida, disfrutando intensamente cada segundo que tenemos la oportunidad de respirar, no la pasión que suele confundirse con locura, con visceralidad y desatinos, lo cual da muchas veces como resultado amar y vivir mal, infeliz o amargado.
Recuerdo que mi madre me decía: "en esta vida hija mía, no se viene a sufrir, en lo absoluto, quien te diga lo contrario miente o no sabe vivir, esta vida y el tiempo que permanecemos en ella es para disfrutar, para gozar y si algo se cruza en tu camino con la intención de que no sea así, no le permitas que te dañe más de lo necesario, puedes eliminarlo, ahuyentarlo, huir tu misma o enfrentarlo y vencerlo, sin perder la perspectiva de que la meta es no sufrir, cualquier cosa será mejor que sentarte a lamentar y llorar".
Esta vida hija mía es simple, los complicados son los seres humanos, con sus decisiones y emociones descontroladas, la vida hay que saber disfrutarla, "en las cosas simples está el gozo", aprende a disfrutar las gotas de la lluvia, el olor de la tierra mojada, el canto de las pájaros por la mañana, si disfrutas de las cosas simples no te la pasaras añorando cosas más complejas.
En esta vida hija mía las cosas se desgastan, dejan de servir, la gente cambia, se van, se muere, todo tiene un ciclo de vida, "no te aferres, solo ama y disfruta".
En ese entonces la verdad no entendía mucho de lo que me decía, pero al pasar los años y poner en práctica sus sabios consejos, cuanto dolor y sufrimiento me he ahorrado.
Me hubiera gustado que estuviera un rato más en este mundo acompañándome en mis aventuras, pero no fue así y aprendí a vivir poniendo en práctica lo que ella me enseñó, por eso a las amigas y amigos que aun gozan de la presencia de su madre les digo que la disfruten mucho y convivan con ella.
Gracias madre por ser y estar, el breve tiempo que estuviste, sin duda volcaste todo tu amor en mí. Eres y serás por siempre para mí la original "Mujer Maravilla".
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